Tuesday, February 20, 2007

Trainer


Desmontaba todo tipo de artefactos y así ayudaba a que los demás se sintiesen mejor.


Desde muy pequeño, armado de destornilladores, alicates y otro instrumental robado del viejo taquillón de su padre, aprendió a desmontar las tripas de aquellos viejos juguetes.
Coches de metal impulsados con un espiral metálico. Muñecas que tenían por corazón un disco reemplazable que dotaba de un nuevo sonido sus latidos.
Nada se le resistía. Ni pequeñas grapas de plástico, ni escondidos e imposibles tornillos.


Algo le hacía sentir incompleto, nunca, ni una sola vez pudo montar uno de aquellos juguetes. No había problema en desmontarlo pero jamás montó algo y volvió a funcionar.


Le costó asimilarlo. Tardó en encauzar su vida pero encontró algo que le venía como anillo al dedo. Aquellos aparatos solo debía desmontarlos, nadie le pediría que volvieran a funcionar. Todos odiaban aquellos juguetes y el se dedicaba a desactivarlos.
Pieza tras pieza, con la calma que la experiencia le había dado. Sin preocupaciones. Sin aquella sensación que de pequeño le invadía al desmontar las marionetas de sus hermanos.


Un día decidió dejar de hacerlo. Comenzó a enseñar a otros. Aquellos ya no eran sus juguetes.

1 Comments:

Blogger Princesa said...

Uy...

Mira no sé por qué, pero me encantó "verte" en esa actitud entre desengañada y esperanzada.

Besos

2/20/2007 12:42 PM  

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